jueves, septiembre 05, 2013

Bajo una pertinaz lluvia.

Habrá tenido 35 años, no pasaba de 40. Pelo largo peinado sin falsa modestia en un chongo al que los negros cabellos repudiaban, resistiéndose a su yugo y liberándose lentamente y poco a poco de la banda elástica que los estrangulaba.

Pantalones floreados, no sé si amarillo obscuro o café claro que seguramente gracias a un inspector corrupto, apenas y logro el pase por control de calidad. No aprecie su blusa, pues cargaba un "canguro" con un niño de meses, un pequeño "brownie" como despectivamente nos dicen los gringos a los latinos. 

Pensé que ella solamente iba a tomar la ruta, pues pago su pasaje. Un Joven otoñal que parece le informaron erróneamente el pronóstico del clima de la ciudad, (vestía bermudas, playera y calzaba sandalias, mientras en la ciudad se anegaba el agua de lluvia), caballerosamente se incorporo de su asiento amarillo exclusivo para embarazadas, personas de la tercera edad o discapacitados y se lo cedió.

Para mí sorpresa, ella lo ignoro, se detuvo a unos pasos míos y comenzó a vocalizar una balada que creo yo he escuchado alguna vez pero que no reconocí (Me declaro incompetente debido a mi total falta de conocimiento de la balada romántica latina. Seguramente hubiera puesto el vídeo de esa canción acompañando ésta entrada).

Después de dos, quizás tres estrofas (a pesar de mi ignorancia en el tema, estoy seguro de que no cantó completamente la canción) y mientras el niño que cargaba le pedía los brazos incesantemente,  nos comento que había perdido su trabajo hace una semana, que trabajaba en La Alianza (De camioneros, creo yo) y la despidieron, que tenía enfermo a un hijo adolescente (mencionó una enfermedad que no logro recordar) y que a veces no tenía para para la medicina, ni para comer, ni para pañales o la leche del niño.

Hasta aquí, mi actitud era la misma que con los demás Public Transport Artists , es decir, le prestaba una atención ínfima casi ignorándola por completo. Desde que mi liquídez n fluye como yo quisiera, usualmente no les doy monedas a los "espontáneos" que suben al escenario móvil del vehículo a tratar de interpretar su arte y quedar a merced de un público ajeno, encerrado con tapones de audífonos en sus oídos algunos, otros cerrando los ojos, descansando del arduo día de trabajo y yo que estaba encabronadísimo porque no salí a tiempo de la oficina.

Para mi sorpresa, a partir de entonces todo se desarrollo de manera muy diferente a lo que yo pudiera haber imaginado.

Agradeció  a los chóferes que le daban oportunidad de hacer lo que estaba haciendo, agradecía nuestra "atención" y de antemano, las monedas que le pudiéramos dar. Lo siguiente que dijo se me quedo grabado y lo escribo según mi raquítica memoria lo recuerda:

"Si al contrario, los ofendo con lo que hago, les digo que no es mi intención: la vida da muchas vueltas, a veces estás arriba y hoy me toca a mi estar abajo. Así como me comí las maduras, ahora me estoy comiendo las verdes y espero no les toque a Ustedes hacer esto"

¡Ay, Cabrón!

Calló y recorrió el pasillo del vehículo con la palma de la mano extendida para pedir una limosna que hace una semana y días no pensaba pedir. Jamás vi a alguien recibir tantas monedas como lo hizo ella después de tan sincera y efectiva declaración.

Y yo que que pensaba que estaba de malas porque salí tarde del trabajo.... 

La gruesa pared formada por grandes piedras apiladas que mi indiferencia había construido sin cesar desde hace mucho tiempo, cayó presa de un sentimiento inesperado y furtivo que acabo vorazmente con los cimientos y cayó presa de su propio peso en añicos, dejándome desnudo ante tan afilado monólogo que eficazmente me atravesó los restos de un corazón que yo creía muerto.

No mames; mi corazón volvía a sentir y palpitaba...It's Alive!!!!!!

Atónito y mudo, le dí una moneda, rompiendo una ridícula ley que me había impuesto.

Ahora que estoy en mi refugio, cumplo la ligera promesa que me hice al desarrollarse tal experiencia: "Esto lo tengo que escribir..."

Pienso en la mujer con el niño cargando, bajo una pertinaz lluvia y por este medio, le agradezco ahora yo a ella:

Yo le dí un moneda. Ella  me devolvió las  perdidas (desde hace mucho tiempo) ganas de volver a escribir.

De verdad, Muchas Gracias.

domingo, septiembre 01, 2013

Un poquito de entendimiento

Credo
Krönungsmesse KV 317
W.A. Mozart
Philarmonic Choir and Orchestra of Warzawa
Conductor Antonio Wit



Credo
Krönungsmesse KV 317
W.A. Mozart
Philarmonic Choir and Orchestra of Warzawa
Conductor Antonio Wit
Este sin lugar a dudas, es uno de los Cd's más Chingones que he comprado en mi vida:

Stalking Cat
No podría responder cuando lo compre, por qué compré ese y no otra edición, cómo fue que escuche de él.

Quizás La razón principal de la compra es que era de Mozart. 

Simple y Sencillo.

Eso me basto para conseguir esta Joya. Cuando estaba trabajando en operaciones y entraba a la oficina temprano, ponía el despertador a las 5:00 A.M.y programaba el aparato para despertarme con ésta música y darme ánimos para la jornada laboral. Aun ahora me levanta el espíritu y disfruto enormemente el placer de escucharlo. 

A partir de mañana lo escuchare a diario quien sabe por cuanto tiempo.

Gracias Dios por darme un poquito de entendimiento y comprender las razones por as que estoy aquí y en este momento.