Hace un par de meses aquí mismo escribí que me gustaría saber de lo que ha sido de una amiga. Si no lo ha leído Ud. amable lector (a) lo puede hacer aquí.
Pues bien ayer la soñé. Aquí les cuento el sueño según me acuerdo:
Por alguna razón fui a su oficina,era básicamente una oficina de color azul con un solo un cubículo como mueble; tenía cajonera encima de su asiento y a la derecha de su escritorio, como un mueble de oficina normal.
Pero al abrir la cajonera que quedaba encima, la tapa se deslizaba y quedaba como pizarrón en dónde tenía anotada varias fórmulas. Lo verdaderamente curioso es que el "pizarron" se podía mover de manera horizontal, como un pergamino colocado de manera perpendicular a la habitual la que mediante un mecanismo, podía colocar el documento desde el inicio al lado izquierdo hasta el final del lado derecho de la pared.
Ella usaba un vestido rojo, mini y ropa interior color plata... No usaba zapatos, estaba descalza. Mas o menos y para que se den una idea, el vestido era parecido a este:
 |
| CZJ in a red Ungaro dress. |
El sueño comenzo dentro de su ofician, supongo que a altas horas de la noche porque todo estaba oscuro y solamente estaba encendida la lámpara de su cubículo. En un inicio, yo estaba sentado en la silla de su cubículo-escritorio curioseando en su lugar, le pregunte como funcionaba la cajonera-pizarrón-pergamino superior y me explico de manera simple y rápida cómo se convertía en pizarrón y a moverlo de lado a lado.
-Por cierto, aquí tengo un poema Ruso que me gustaría que lo oyeras... Me acorde mucho de ti cuando lo leí por primera vez- Dijo.
Se sentó en mis piernas, localizo el poema en el pizarrón-pergamino horizontal, mando imprimir el poema, el cuál salio ya impreso en hojas de color amarillo tamaño block esquela... efectivamente, de los que se usaban antiguamente...
Si mal no recuerdo si el Poema era de Pushkin y ella lo leía en voz alta y muy apasionadamente, por lo que en algunas oraciones, su cabeza retrocedía mucho, por lo que levantaba sus piernas y si... efectivamente, su vestido se le subía, dejando ver su argentada ropa interior.
Hubo un momento en el que sin darme cuenta mi mano acaricio su piel (tersa y suave piel) desde el tobillo hasta su cintura, por debajo de su vestido, sin llegar a su entrepierna.
-¡NO!- Gritando ella interrumpió bruscamente la lectura.
Se levanto y camino alejándose de mi, llevando las amarillas hojas con el poema en su mano izquierda.
Me volteo a ver con ojos muy tristes, casi al borde las lágrimas, como si le costase trabajo expresarse...
-Es que... No...No me gusta...Que me trates así...-
Sin esperar respuesta volvió su cabeza y siguió caminando.
Fue entonces cuando desperté.
Cómo me hubiera gustado tocar en una banda como la que sale en le siguiente video. Ésta canción le gusta a R. mucho, me sorprendio mucho cuando me pidio que le pusiera la canción de las "Flores"... Qué Cañón!!! Ja, ja, ja...
No hay comentarios:
Publicar un comentario